Pronombres:
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Tamaño:
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Merienda reconfortante:
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Ella/Ella |
Pequeño |
Melón fresco de verano |
Estos viejos huesos han estado en las Islas una o tres veces, y podría contarte historias hasta que se hundan de nuevo en los mares. ¿Por qué no te sientas un rato y aprendes algo nuevo?
Lazos emocionales:
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Hollín y Ceniza: Los dos bribones que estoy criando, ¡ay de mí!, pero los quiero más que a las islas y a los místicos. Claro, se meten en líos, pero se recuperan, y ambos tienen una buena cabeza. ¡Tercos como su mamá, no lo sé!
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Jack: ¡Uf , ese viejo astuto! Salimos juntos hace mucho tiempo, pero no quería sentar cabeza. Aún le tengo cariño, a pesar de mis mejores esfuerzos, pero ese viejo nunca ha cambiado y no cambiará ahora.
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Talia y Perséfone: ¡Vaya, qué travesuras hacíamos esa vieja y yo! Éramos, y somos, mejores amigas, y su hijo es como uno de los míos, sin duda.
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Mycorzha: Je, las Islas son mi hogar, y las amo con todo mi corazón de piedra y la curiosidad insaciable de la enredadera. Puedo nombrar cada flor y hierba de este lado de los Picos Crecientes, ¡y no lo olvides!
Biografía
Originaria de las Islas, Glinda lleva con orgullo su vejez y su condición de "anciana". Es muy conocida en Luna Valley, Cove City y otros lugares; quienes se mueven en los círculos académicos de Cove City se han encontrado con frecuentes publicaciones y referencias a una tal "Glinda Nelinsce Tortuga". Ahora, completamente retirada de las lejanas alturas de la Academia, Glinda se ha instalado en Luna Valley y se dedica a criar a sus hijos, leer, escribir y ser una figura influyente en la comunidad.
Originaria de los Bosques Hazelmoss, al sur del Valle de la Luna, Glinda era conocida por su increíble conocimiento de la flora y los hongos locales. Su insaciable curiosidad y su afán de aprender la llevaron inevitablemente a ser aceptada en la Academia de Ciencias Mystveil, donde rápidamente se convirtió en una estrella en ascenso. Vista con frecuencia en foros y debates públicos en los parques de Cove City, captó el interés del profesorado, incluso cuando sus propios ojos se fijaron en un gato negro algo altivo, conocido como Jack, quien ejercía una influencia similar en el discurso público. Ambos se unieron, impulsándose mutuamente a profundizar sus propios conocimientos y a expandir los vastos archivos de la Academia.
Sin embargo, las llamas que arden con fuerza se extinguen demasiado rápido. Glinda, siempre con un plan en mente, sabía que quería una familia; una idea que Jack rechazó, pues no quería atarse a nada. Se separaron, y Glinda se retiró de la vida pública para criar una familia en las nutritivas colinas y campos del Valle de la Luna. A pesar de que ella misma afirma haber "terminado" con la academia, se ha convertido en una prolífica escritora de no ficción y tratados, y sus obras se publican regularmente en varios periódicos de Cove City. Pasa sus días escribiendo cartas, criando a sus dos hijos traviesos y durmiendo la siesta.