Carved into the side of all of the cliff faces of Luna Valley are the cave dweller homes of the Selene Cliffs. Nearly all belong to bird families that enjoy it for its central location and year round views with great winds. Like most "permanent" settlements in the Luna Valley many carved homes are generational, while others are transient nests by default used by migratory families or travelers. Many ladders and pulleys stretch along the cliffs for visitors. Often the homes are adorned with windchimes or colorful nest decor (as birds tend to do). During the fall holidays everyone hangs silver bells outside, making a magical sound through the whole valley. It is said that when the bells chime from the winds outside, your loved one is visiting home once more. As the birds of Mycorzha live naturally a mix of both nomadic and permanent residential life many roost their home here and travel as they wish by flight. It is not uncommon for nests to be empty for a seasonal harvest when the tea leaves ripen in the southern Hazelmoss woods. The different perspective of the Isles allows the bird to travel past the Crescent Mountain range while other cannot, so many have ventured far enough north to see the Frostfire forest and have witnessed some of the strange things that live in those woods (although never up close, everyone knows landing to the north is a death wish). Distant views of strange monsters gave way to stories over time and the birds gossiped amongst themselves until the stories became an extensive religious pantheon that nearly all birds of the Isles follow. Carvings of the many gods the birds pray to are found throughout the cliff faces, and nearly every home has a dedicated shrine to the deity of their given house that is adorned with fruit and flowers.
Los acantilados de Selene son conocidos por sus estrictas y tradicionales costumbres, que se ven reforzadas por su comunidad unida. Los pájaros no suelen "abandonar el nido" a menos que sea para construir un refugio familiar propio, lo que hace que los hogares multigeneracionales sean la norma en los acantilados. Los padres tienden a involucrarse profundamente en las vidas de sus hijos, y consideran que es su deber personal asegurar el lugar de sus hijos en la comunidad y su éxito futuro. A veces, esto puede volverse abrumador, ya que los padres charlan entre ellos para mantener a raya a todas las crías, lo que deja poco margen para los errores sin un testigo y un inevitable vuelo de regreso a casa con su madre graznando en sus oídos. Los pájaros de las islas son un pueblo muy espiritual y cada hogar tiene un santuario dedicado a quien ellos declaran la deidad familiar que los cuida. Estos santuarios a menudo están tallados a mano en las paredes de los acantilados dentro de sus hogares y siempre están adornados con varios "regalos de aves" que se encontraron ese día. Pedazos de cuerda, flores, frutas, tal vez una o tres rocas realmente brillantes, todo organizado diligentemente y limpiado según sea necesario con unos pocos picotazos cuidadosos. Los pájaros adoran a más que solo los Mysts y las Islas, creyendo que hay muchos más dioses que bendicen sus hogares y dictan su destino. Otros, como las cabras montesas y los borregos cimarrones, también pueden vivir en el acantilado, a menudo siguiendo también al panteón de aves para adaptarse a una cultura dirigida principalmente por el canto matutino de los pájaros y los vecinos curiosos.
Las islas de Mycorzha comparten el clima de América del Norte. Si bien tienen algunas plantas o hongos únicos que solo crecen en las islas, es posible que conozcas algunas de estas plantas. ¿Quizás puedas encontrarlas en el lugar donde vives?
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