Jack, el gato inteligente y misterioso
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El misterioso Jack es una figura de la que se habla mucho en la isla, pero solo se lo puede ver durante los meses de otoño, cuando baja de las montañas y los bosques encantados del Bosque de Fuego Helado para intercambiar su cosecha de hongos fluorescentes, luz eterna y calabazas por suministros. Los guarda para su regreso a las heladas tierras baldías del norte, un lugar donde pocas criaturas se atreverían a pisar, y mucho menos a vivir. Los ancianos de la isla recuerdan a Jack como un joven vivaz, propenso a meterse en debates, discusiones y todo tipo de conversaciones. Sin embargo, ahora Jack se guarda sus propios pensamientos y, aunque de vez en cuando comparte algún comentario críptico o se entrega a una espeluznante historia de fantasmas, no habla de lo que sucede en su lejano hogar. |
Perséfone, la introvertida, ligeramente morbosa, Leshen
Perséfone es una chica a la que le encantan los secretos, los pasajes crípticos de los libros polvorientos y saber cosas que los demás no saben. Con una inclinación por lo dramático que solo una adolescente podría encarnar, siempre se toma muy en serio sus diversas historias e intrigas, dejando a los adultos de su vida con una sensación de tierna exasperación. Sin embargo, su clara pasión la ha llevado a hacer amigos en el camino, sobre todo la soñadora Amani y la enérgica Indie (para su disgusto), y aunque nunca lo admitiría, siente un gran cariño por sus dos hermanos "adoptivos", Soot y Cinder. Si bien solo visita la isla una vez al año con su madre Talia, su talento para lo dramático y su incipiente interés por la interpretación han dejado una clara impresión. | ![]() |
Talia, la pava maternal
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Talia es una gallina (o, bueno, una pava) de pies a cabeza, y su actitud maternal es evidente para todos. Talia, la mejor amiga de Glinda durante toda su vida, disfruta mucho de visitar a su hija Perséfone, regresar a viejos lugares y compartir historias con una reconfortante taza de té. Talia es una botánica natural, puede nombrar cada brote, brizna y hoja que se le cruce en el camino y pasa horas tranquilas paseando por su amado bosque, saludando a cada ramita y retoño como amigos, tanto antiguos como nuevos. |